Imagínense que en el Parlamento de algún país europeo, dizque para que los bancos sean más seguros, se proponga lo siguiente:
El permitirle a los bancos mantener un capital muchísimo menor cuando le prestan a "Los Infalibles" que cuando le prestan a "Los Riesgosos"; para que así los bancos ganen un retorno sobre capital muchísimo más elevado cuando le prestan a "Los Infalibles" que cuando le prestan a "Los Riesgosos"; para que así los bancos le presten a "Los Infalibles" y se abstengan de prestarle a "Los Riesgosos".
Y que luego, en el debate de tal propuesta, se concluya que lo anterior significaría que quienes comparados con "Los Riesgosos" ya pagan mucho menos intereses y ya tienen mucho más acceso al crédito, por ser percibidos como "Los Infalibles", gozarían de condiciones crediticias aún más generosas.
Y que por lo tanto igualmente se concluya que eso significaría que quienes comparados con "Los Infalibles" ya pagan intereses mucho más altos y ya tienen el acceso al crédito mucho más restringido, por ser percibidos como "Los Riesgosos", sufrirían de condiciones crediticias aún más adversas.
Y que en el debate, ante la pregunta sobre quiénes son "Los Infalibles", ésos a quienes se desea favorecer, y quiénes son "Los Riesgosos", ésos a quienes se habría de discriminar, se responda: "Los Infalibles" son ante nada los gobiernos y aquellos privados que cuenten con una calificación de riesgo crediticio triple-A; y "Los Riesgosos" son ante nada todos aquellos pequeños y medianos negocios y emprendedores que no cuentan con una alta calificación emitida por una de las tres grandes calificadoras de riesgo crediticio.
¿Qué posibilidades creen que tendría la anterior propuesta de ser aprobada?
¡Ninguna! Y su proponente de seguro tendría que despedirse de su carrera política, puesto que sería el hazmerreír del año.
Y eso especialmente después de que en el debate alguien observase que ninguna crisis bancaria del mundo ha resultado de un exceso de préstamos a "Los Riesgosos", puesto que todas han resultado de excesos de préstamos a quienes considerados como de "Los Infalibles", luego resultaron no serlo.
Y eso especialmente después de que alguien preguntase: "Si los bancos no van a financiar a "Los Riesgosos", aquellos quienes quizás más puedan generarle a nuestros jóvenes las nuevas fuentes de empleo que tanto ansían y necesitan... ¿quién habrá de financiarlos entonces? ¿Usted y yo?".
Y eso especialmente después de que alguien opinase: "Lo de que las manos de unos burócratas reguladores se pongan a intervenir las señales del mercado, eso a mí me suena como que haría la banca muchísimo más insegura de lo que actualmente es".
No obstante la triste realidad es que tales regulaciones bancarias existen, se denominan Basilea II, y se aplican en toda Europa.
Por ejemplo, según Basilea II, un banco español debe mantener un 8 por ciento de capital al prestarle a un "riesgoso" empresario español, pero solo requiere de un 1.6 por ciento de capital al prestarle a un país como era Grecia hace poco, o cero capital al prestarle al gobierno de Alemania.
Por lo tanto, ciudadanos, les sugiero que se averigüen muy bien de dónde rayos sacó un Comité de Basilea las atribuciones para imponer algo de tan fundamental importancia, algo que vuestros respectivos parlamentos jamás hubieren aprobado. A mí me parece que eso viola por entero los debidos procederes de su democracia.
PS. Venezolanos, ruego me perdonen una semana de mutismo sobre nuestras propias tristes realidades.