sábado, 16 de mayo de 2015

Con el Acuerdo de Basilea, 1988, en Washington, el Estatismo, entro por la puerta de las regulaciones bancarias.

En 2004 en una carta publicada por el Financial Times escribí: "Los reguladores bancarios en Basilea, puede que sin saberlo, están controlando los flujos de capital del mundo. ¿Cuándo se darán cuenta del daño que hacen al favorecer tanto el crédito bancario a los gobiernos?"

En 1988 el Socialismo o el Estatismo o el Comunismo, dio un paso gigantesco hacia adelante cuando, un año antes de la caída del muro de Berlín, el Comité de Basilea, a la calladita, aprobó lo siguiente:

Para fines de establecer los requerimientos de capital para la banca, el peso de riesgo del ciudadano ("We the People") seria de 100% mientras que el del Soberano, del Estado seria de 0%.

Como el requerimiento de capital básico para ese es momento era el 8%, eso significaba que la banca podía apalancar su capital 12.5 a 1 (100/8%) mientras que si le prestaba al Soberano no necesitaba mantener capital.

Eso significo de facto que el regulador considero que el Estado sabe darle un muy mejor uso al crédito bancario que la ciudadanía.

¡Y nadie dijo pio! En 1989, mas bien muchos se dedicaban a criticar "El Consenso de Washington"

Y con una desfachatez increíble siguieron echándole la culpa de todos los males al neoliberalismo